miércoles, 29 de diciembre de 2010

El Águila


Un hombre halló en el bosque un polluelo de águila, caído del nido. Lo llevó a su casa, y lo crió en el corral entre las gallinas, patos y pavos, como si fuera una de esas aves. Pasaron cinco años. Un día un naturalista llegó a la casa del hombre y visitó el corral.
¡Hombre! -le dijo al dueño- ¿Qué hace allí esa águila entre las gallinas? -No es águila— respondió el hombre, ¡es gallina!. Es verdad que cuando la encontré era águila, pero la he criado entre las gallinas y aunque sus alas miden ocho pies de punta a punta, jamás podrá volar. ¡Ya no es más que una gallina!.
-Pues nó— replicó el naturalista, todavía tiene el corazón de águila, y yo la haré volar algún día. Convinieron entonces que en cierto momento, el naturalista haría la prueba. Tomando este al águila la sacó del corral, la llevó al aire libre y le dijo ¡Aguila, no lo olvides! Eres un águila, no una gallina. Perteneces al cielo, y no a la tierra. Dios te dió esas alas poderosas para volar. ¡Extiéndelas, y vuela!
Pero el águila no hizo caso. Volvió corriendo al corral, a meterse entre las gallinas. –Te dije que era gallina..—comentó riendo el dueño. ¡Pues, ya verás! ¡Ya verás que es águila! repuso el naturalista.
Día tras día, con paciencia infinita, el naturalista repetía el experimento y la exhortación. Tímidamente al principio, y con más resolución después, el águila comenzó a extender y mover sus poderosas alas. Un día, al salir el sol, el águila miró de frente su deslumbradora luz. Se estremeció de patas a cabeza como si un choque eléctrico la sacudiera. Alzó la gallarda cabeza, brillaron sus penetrantes ojos, extendió sus alas magníficas, y al fin voló, arriba, más arriba, siempre arriba, hasta perderse en el esplendoroso azul. Era, en efecto un águila.

Nosotros los seres humanos somos como el águila, pero nos criamos entre gallinas, entre sapos, lagartijas, caracoles y demás sabandijas que se arrastran por el suelo. Dios nos ha dado estupendas alas para volar a las alturas, pero nosotros las mantenemos plegadas, y como gallinas nos conformamos con cloquear y comer granillos del suelo.

En este año 2011 que se avecina, te desafió a extender las alas de tus sueños, de tus metas, de tu visión y volar alto, muy alto, donde ni siquiera has imaginado podrías llegar. Los límites del gallinero se derriban cuando conoces tu naturaleza divina y entiendes que has nacido para llegar a la cumbre y seguir subiendo. ¿Como iniciar? quizás por lo siguiente:

1.- Tu has sido creado por Dios con los recursos necesarios para cumplir y desarrollar todo lo que te propongas. Cuentas con todo lo necesario para hacerlo.

2.- Debes cambiar tu mirada. No es lo mismo mirar desde las alturas que desde el gallinero.

3.- Es importante estar rodeado de personas que te inspiren y te desafíen a volar recordando quien eres.

4.- Escucha de una manera distinta, el águila comenzó a creer cuando dejo de escuchar a las gallinas y miro hacia lo alto.

5.- Visualiza tus metas, desarrolla un plan para lograr lo que te propones, comienza a actuar, ninguna puerta se abre si no la empujas.

6.- Traza metas cada vez más altas, y más altas, y más altas. No seas "temeroso", los límites los has permitido en tu estadía por el gallinero, ahora es tiempo de volar alto.

Amigo mío, nos vemos este 2011 en la cumbre, te espero.

¡Atrévete a volar!

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿Que Estás Dispuesto a Darle?


Quiero compartir con ustedes, un escrito que escribí hace un año titulado "¿Qué estás dispuesto a darle?, si gustas compártelo con tus amigos:

Uno de los días más trascendentes para el mundo se acerca a pasos acelerados, el día que todos a una voz declaran esa frase que queda en la memoria y algunas veces se acerca al corazón: "¡¡Feliz Navidad!!". Pero ¿qué es la navidad?. Pregunté a un nuevo experto en la materia de Navidad, un niño de 6 años y me dijo "Es donde el viejito pascuero nos trae regalos" y me di cuenta una vez más que tal como hace 2000 años el pequeño Jesús sigue sin encontrar "un lugar en el mesón" como lo declaran los evangelios.
Navidad tiene un sentido especial, es un vocablo que proviene del Latín Nativitate, es una contracción de Natividad que significa "Nacimiento". Nativitate en su traducción literal habla de "Nacimiento de la Vida", por lo tanto es bueno reflexionar ¿que está naciendo nuevamente el 25 de Diciembre?. Algunos más puristas me dirán que no está claro que Jesús naciese el 25 de Diciembre y que es más bien una fecha establecida en el 345 d.c. por la Iglesia Romana en manos de Juan Crisóstomo y Gregorio Nacianzeno que calza con la celebración del Saturnal Romano del 19 de Diciembre que era una fiesta pagana en honor a Saturno, dios de la agricultura y que duraba 7 días entre banquetes y fiestas, y así podemos seguir citando la historia que para todo teólogo y estudiante es conocida. Pero nos olvidamos de algo importante, Si bien es cierto que en la antigüedad se celebraba la muerte y no los nacimientos, esto hasta el siglo IV de nuestra era, Navidad es y ha sido desde entonces una fecha conmemorativa del nacimiento de Jesús, nos lleva a recordar que en un pesebre de Belén de Judea, nació el mesías, El Emmanuel del que nos habla ISAIAS, ese Dios con nosotros. Si Navidad es el nacimiento una vez más de la vida, ¿qué estás gestando en tu corazón a punto de dar a luz?, ¿que nacerá este 25 de Diciembre en tu vida?, ¿qué regalo estas dispuesto a dar desde ti mismo a quienes te rodean?. Parecen preguntas típicas de una fecha como esta, pero vale la pena detenerse un instante y reflexionar ¿que estoy haciendo en esta fecha?, ¿qué estoy dejando a los míos en ella?, ¿qué estoy dispuesto a dar?, no me refiero al dar materialmente hablando, sino a esa entrega desinteresada que tal vez con sólo una sonrisa regale un día especial a quien la reciba. Navidad es nacimiento, y todos los días deben serlo, No era la idea del mesías que corramos por los comercios buscando "el regalo prometido" (tomado del título de una película del actual gobernador de California), sino de estar dispuesto a dar más allá de nuestro orgullo, de nuestro ego, de nuestro siempre triunfalista estado de superioridad ante el otro. Es el momento de reflexionar, ¿hace cuanto no te das unos minutos para reflexionar sobre tu vida?, y en ese reflexionar, preguntarse, ¿qué regalo de mi vida puede cambiar la vida de otra persona?, ¿qué actitudes cambiarían mi relación laboral, de pareja, de hermanos, de padres e hijos?, ¿que no he hecho, que si lo hiciera impactaría positivamente mi vida y la de los demás?, es tiempo de poner en balanza lo que estamos ofreciendo como ofrenda al mesías en su cumpleaños y entregarlo al prójimo, ya que como él dijo "si algo hacéis a uno de estos pequeñitos, a mi me lo hacéis", entonces, ¿que estas dispuesto a darle?.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Subiendo.......


Cuenta Zig Ziglar que una vez visitó el monumento a Washington en un viaje a la capital de los Estados Unidos. Al llegar oyó al guía que anunciaba: "Damas y Caballeros, en este momento el tiempo de espera para entrar al elevador es de dos horas", luego el guía hizo una pequeña pausa , sonrió y agregó: "Sin embargo, usted no tiene que esperar si desea tomar las escaleras".

Esta historia revela algo tremendo acerca del éxito. En realidad no hay ascensores hacía la cima. Si usted quiere llegar allá debe dar una secuencia de pasos trascendentales, importantes y que nadie dará por usted. La cantidad de pasos que deberá dar y el tiempo que lo haga determinará cuán alto llegará. El problema es que muchos por no decir la mayoría no saben que escalera subir porque no saben lo que realmente quieren.

Uno de los graves enemigos del éxito en toda área en la vida es LA FALTA DE COMPROMISO. Cuando no estás comprometido con tus metas, con tus objetivos, con tu familia, con tu trabajo, con la sociedad no hay acciones que lo sostengan. Me gusta la declaración Ontológica que dice: "El compromiso es una declaración en el lenguaje que se sostiene con acciones". Es verdad, si estas comprometido con subir, habrán acciones para subir y a medida que subas, mientras más alto, más compromiso. ¿Cuáles son los enemigos del compromiso?, te los diré;

1.- Un estilo de vida de derrotado
2.- Una creencia errónea de que la vida debe ser fácil
3.- Una creencia errónea de que el éxito es algo del destino y que a algunos les toca
4.- Una actitud de pensamiento negativo y pesimista
5.- Una aceptación de los límites de otras personas
6.- Un temor irracional al fracaso
7.- Una falta de visión

Jhon Maxwell dice: "Cuando Dios mide a las personas, se fija en el corazón no en el cerebro". Puede que seas una brillante persona, con un C.I. inigualable, pero sino eres comprometido, otro tomará el lugar y subirá donde tu debes estar.

Por lo general, el compromiso surge de una lucha interna, con tus sueños, con el desarrollo de la visión y la misión que unido a los valores que te motivan van sembrando esa semilla del compromiso con lo que deseas. El compromiso no es cuestión de condición sino de decisión. Empezamos a subir los peldaños con pequeños pasos, pequeños esfuerzos que se van incrementando a medida que vamos subiendo, pero es el saber "ver" el "para que" subimos nos mantendrá en el camino.

Hasta la próxima....