Estas 2 preguntas me levaron a reflexionar y escribir esto, cuando vi la película Hicht, después de haberla visto muchas veces, me detuve en la parte que el protagonista le grita desesperado esta frase con 2 preguntas a su amada, cuando ella se le iba de su vida.
Muchas personas somos como Hicht. No nos interesa ni lo bueno, ni el promedio, nos apasionamos por lo extraordinario. Nos mueve ir por la sobreabundancia. Cuando sabemos que hay más queremos ir por aquello.
Nos pueden llamar ambiciosos, pero ¿la ambición es mala? ¿Es malo querer más? No, lo malo de ser ambicioso, es pasar por sobre las personas, perder la esencia por aquello que anhelo.
Pero puedo tener ambición amando y dando a los demás.
3 Juan 1:2
“amado yo deseo que tu seas prosperado en todas las cosas..."
Dios quiere que sus hijos seamos prosperados, su voluntad es que sobreabundemos en todas las cosas. Dios quiere lo extraordinario para nosotros, lo que El no quiere, es que terminemos amando más al fruto que al creador del árbol que nos dio el fruto.
Vivimos en un mundo de mediocridad (creer a medias), enseñados a vivir con poco, pedir poco, conformarse con poco. Y si tenemos algo... a cuidarlo bajo llaves, pues ya se acabará, por eso a muchos les cuesta dar.
"Desde la conformidad nunca se logró lo extraordinario" MS
"No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta"
Romanos 12:2 nos invita a no conformarnos, a no amoldarnos a este mundo y sus ganancias, si no que a cambiar nuestra mente y poder tocar la voluntad de Dios para sus hijos.
Usted dirá ¿Cómo puedo ir por lo extraordinario?
1. Agradecerlo todo, en lo poco y en lo mucho, en la escasez y en la abundancia. Si es fiel en lo poco, lo será también en lo mucho.
2. Trabajar su actitud. La vida es una cuestión de actitud. Elija estar esperando lo mejor cada día, elija reír cuando el corazón llora, elija vivir un lunes como el mejor día de la semana. Elija quien quiere ser en la vida. Elija lo extraordinario.
Renovemos nuestra actitud, nuestra serena ambición de querer más, querer aquello que Dios no puso disponible, Jesús vino para ser Rey de Reyes no Rey de esclavos. No sea usted un esclavo de su mediocridad, de su falta de gratitud, de su conformidad, de su falta de actitud en la vida.
Comience esta semana, este lunes eligiendo lo extraordinario, no se conforme con bueno, bueno es poco para lo que Dios desea en su vida.
Desee un matrimonio extraordinario, un trabajo extraordinario, una visión extraordinaria, una vida extraordinaria. Eso dependerá de usted, ya que el creador ya puso y sigue poniendo su parte. Solo, falta usted.
Dios lo prospere.
Mauricio Segura
Coach Cristiano
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